Representación de «El Motín de Aranjuez»
Descripción
Sin lugar a dudas la historia de Aranjuez no se comprende sin conocer a fondo lo que supuso el denominado Motín de Aranjuez.
Un acontecimiento histórico que tuvo lugar en el año 1808, concretamente la noche del 17 al 18 de Marzo de aquel año, y que marcaría no sólo la historia del municipio sino el rumbo del país.
la representación
Más de 170 vecinos del Real Sitio y Villa de Aranjuez dan vida cada año a la crónica que recogen los “Episodios Nacionales” de Benito Pérez Galdós que narra el descontento popular, las intrigas de la corte, la caída del ministro afrancesado de Carlos IV, Manuel Godoy, la abdicación del monarca y la ascensión al trono de su hijo Fernando VII.
La escenificación del Motín tiene lugar en la Plaza de Parejas, y el Palacio Real se convierte en el escenario del levantamiento popular. En una explanada de más de 7.000 metros cuadrados la espectacular representación de los hechos que se desarrollaron entre el 17 y el 19 de marzo de 1808 traslada a vecinos y visitantes a la España de la corte de Carlos IV.
Los ciudadanos de Aranjuez representan anualmente con gran orgullo este espectáculo, dirigido por el reconocido director teatral Francisco Carrillo, que ha venido a dar nombre a las Fiestas que cada septiembre se celebran en Aranjuez, y que sin duda, ha sido razón principal para su declaración de Fiestas de Interés Turístico Internacional en 2014.
Historia del Motín de Aranjuez
Se caracterizó por ser una revuelta popular llevada a cabo por el pueblo y orquestada por el entonces Príncipe de Asturias, que sería el futuro rey Fernando VII. El objetivo principal era la destitución del primer ministro y mano derecha del rey Carlos IV, Manuel Godoy, ya que en realidad era él quién dirigía la política española.
Todo vino causado por una serie de acontecimientos relacionados con las alianzas que primero mantuvo Manuel Godoy con Inglaterra y después con Francia, en manos de Napoleón Bonaparte. Fernando VII no veía con buenos ojos la política de Godoy y además notaba que el primer ministro controlaba a su antojo a su padre, el rey.
El culmen llegó cuando, según el Tratado de Fontainebleau de 1807, España, con la venia de Godoy, permitía el acceso de las tropas francesas a través del país con la excusa de invadir Portugal, aliados de Inglaterra, ya que sería más sencillo por tierra que por mar, donde las tropas portuguesas eran más fuertes. Este tratado contemplaba el reparto de Portugal entre Napoleón y Godoy (nombrarían a Godoy rey del Algarve).
Al ir avanzando por la península las tropas francesas, los españoles se dieron cuenta de las verdaderas intenciones de Napoleón: Invadir España.
En 1808 la situación era insostenible y la familia real, aconsejada por Manuel Godoy se retiró a Aranjuez, ya que si ocurría lo peor, era mucho más sencillo salir desde este municipio camino a Andalucía y de allí coger un barco camino a las colonias americanas que de Madrid capital. Básicamente lo mismo que hicieron los reyes de Portugal tiempo antes.
Estos rumores sobre la preparación de la huida de los reyes no gustaba nada al pueblo de Aranjuez, entre otras cosas porque vivían de las Jornadas Reales, es decir. los períodos que pasaban los reyes en primavera desde tiempos de Felipe II. Esto contribuyó a aumentar el fervor de los partidarios de Fernando VII y desembocó en el asalto al Palacio de Godoy para apresarle. Acudieron de madrugada con toda clase de artilugios: palos, picos, palas, …
El palacio del primer ministro fue saqueado pero la finalidad era encontrarle… Se escondió, se cuenta enrollado en una alfombra, pero finalmente le encontraron y le llevaron apaleado hasta un cuartel cercano al Palacio Real.
A Carlos IV no le quedó más remedio que tomar las riendas. La primera medida fue desposeer a Godoy de sus poderes, asumiendo él mismo el control del Ejército y la Marina. Finalmente, para salvarle la vida se vio obligado a abdicar en su hijo Fernando VII.
Días después, el 23 de Marzo de 1808, los franceses llegaban a Madrid y Murat, cuñado de Napoleón, se encargó mediante tretas de declarar nula la abdicación de Carlos IV. Este hecho sería conocido a posteriori como las Abdicaciones de Bayona, de modo que ni Carlos IV, ni Fernando VII fueran reyes de España. Se inició así el período conocido después como la Guerra de la Independencia contra Francia y la regencia de José I Bonaparte, hermano del Emperador Napoleón.