Jardín del Parterre y Jardín del Rey

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Descripción

Jardín del Parterre

El jardín del Parterre es un jardín histórico localizado junto al Palacio Real de Aranjuez. Es uno de los pocos ejemplos de jardinería clásica francesa.

Jardín del Rey

Jardín del Rey

El Jardín del Rey se forma en el siglo XVI, bajo el reinado de Felipe II. Su carácter de giardino segreto, aporta una nueva tipología de raigambre italiana al catálogo de los jardines de Aranjuez. Integrado en el palacio, queda oculto a la vista tras la gran pantalla de la fachada. Además la galería meridional del palacio y la paralela que conecta con la Casa de de Oficios son sus límites norte y sur. Al este un muro terminaba de acotar el espacio, que así quedaba reservado para disfrute exclusivo del rey, garantizando la inaccesibilidad característica de estos jardines secretos. Espacio acotado que de alguna manera retoma, por oposición al jardín abierto, el concepto medieval del hortus conclusus, o el papel de tapia en el jardín del Islam.

En esta relación medieval ha de situarse su traza interna, organizada en cruceros, forma que, tanto en el jardín occidental como en el musulmán, simboliza los cuatro ríos del paraíso. Originariamente tuvo naranjos, nombre con el que era conocido en el siglo XVI, remitiendo a la tradición hispanomusulmana, que incorpora ese frutal en los patios ajardinados.

Por otra parte, la proporción somete al jardín a la arquitectura que lo rodea. En este ámbito más privado es donde la arquitectura determina con mayor intensidad a la naturaleza, retomándose los principios renacentistas de proporción, simetría y geometría. La escala es muy reducida acorde con el carácter exclusivo y reservado del espacio y con la superficie delimitada por la arquitectura. Ello propicia tensiones de carácter manierista, como la que se produce entre la elevada altura de la cúpula de la capilla y las dimensiones reducidas del jardín. En ese mismo sentido de mirada al clasicismo ha de entenderse el juego escultórico y de hornacinas que complementan el conjunto, a modo de galería.

La simetría y las formas geométricas vienen pautadas por la galería abierta en el flanco residencial del palacio. Por ella accedía el rey y extendía su primera mirada hacia el sur sobre el jardín.

Cabe destacar la fuente de jaspe verde creada por Roque Solario, implantada en 1583 en el centro de la composición vegetal.

En 1733, con la obra del vecino jardín del Parterre, se derriba el muro del lado este que lo separaba perdiendo el carácter íntimo, abriendo y conectando ambos jardines.

  1. Imagen aérea del Jardín del Rey
  2. Busto de la entrada al Jardín del Rey

Jardín del Parterre

Antigua entrada del Jardín del Parterre

El Jardín del Parterre, de diseño francés, data de la época de Felipe V (principios del siglo XVIII). Su traza, dominada por la geometría y la uniformidad, se encomienda a Marchand. Se mezcla la tradición francesa con la idea heredada del manierismo de jardín cerrado. Se consigue con la disposición de un canal o ha-ha que lo delimita. El jardín se imbrica perfectamente en la concepción del espacio de Aranjuez, como zona de transición entre el palacio y la ciudad, a la que se abre mediante puertas, en correspondencia con las calles del tridente este. Al juego entre el espacio ordenado y la naturaleza corresponde la delimitación sur del jardín con el río Tajo, y la norte, con la plaza de San Antonio, a la que cierra conformando una cortina vegetal.

En el siglo XIX, se incorpora la fuente de Hércules y Anteo, de Isidro González Velázquez, y elementos del jardín romántico, como los juegos de curvas en los parterres, que generan paseos sinuosos e isletas de vegetación.

En el Parterre destacan sus tres fuentes: Hércules y Anteo, Ceres y las Nereidas.

Fuentes del Jardín del Parterre

Es curioso mencionar que durante el siglo XVIII, las fuentes del Parterre no eran más que simples surtidores hasta que, en el siglo siguiente, se fueron adornando con las esculturas que contemplamos ahora.

• Fuente de Hércules y Anteo

La fuente de Hércules está situada a la entrada de el Jardín del Parterre

Es la fuente más destacable del jardín, con esculturas esculpidas por Juan Adán por orden de Fernando VII en el año 1827.

Sobre su pilar central se encuentra la figura de Hércules, agarrando con sus fuertes brazos y levantando del suelo a Anteo. Esta escena representa el momento en que Hércules, después de derribar varias veces a Anteo, descubre que es la tierra, madre de este último, Gea, quien le proporciona fuerzas al gigante y lo levanta asfixiándolo hasta que muere.

En la base del pilar,  en un nicho se representa a Hércules niño luchando contra una serpiente, así como a una pitón vencida. También figuran diversos trofeos de caza referentes a la historia de este héroe mitológico como muestra de su poder.

• Fuente de Ceres

Diferentes vistas de la Fuente de Ceres, en el Jardín de la Isla

Emplazada en el centro del Parterre en honor a Ceres, diosa de la agricultura, las cosechas y la fecundidad. La estatua fue ejecutada por don Joaquín Dumandre y se instaló inicialmente en el Jardín del Príncipe hacia 1791. Según Simón Viñas fue trasladada al Parterre en 1889.

El estanque es ovalado y posee tres grupos escultóricos. En el centro la diosa Ceres junto a dos niños jugando, uno con espigas de trigo y el otro, abrazado al cuerno de la abundancia mientras la diosa sujeta en una mano la antorcha de la creación y en la otra, la adormidera. Las otras dos esculturas son unos jarrones, con flores también esculpidas, rodeados por niños que se sitúan a los extremos del estaque y que simbolizan las cuatro estaciones.

Diferentes vistas de la Fuente de Ceres, en el Jardín de la Isla

• Fuente de las Nereidas

En los dos pequeños estanques más cercanos al palacio podemos encontrar las esculturas labradas en plomo atribuidas a Hubert Dumandre según diseño de Jacques Bousseua . Fueron traídas de la Granja en 1744. El sentido de tales figuras en el Parterre podría derivar de la primitiva decoración que consistía en la representación del elemento acuático de la Naturaleza.