Para sumergirse en la historia del Real Cortijo, es necesario remontarse al siglo XVIII, cuando el rey Carlos III y su corte se establecieron en Aranjuez. Desde entonces, este lugar ha sido propiedad de cinco reyes y otros ilustres dueños, como el Príncipe de la Paz, Godoy, o el Duque de Prim, lo que lo convierte en un lugar único en el mundo con más de dos siglos de historia.
Al entrar en el Real Cortijo, una majestuosa puerta de piedra rodeada de viñas y rosas en un encantador jardín francés da la bienvenida a los visitantes. Al pasar por ella, se adentrará en un mundo mágico recorriendo sus interminables pasillos subterráneos, donde reposan nuestros vinos.