Otros Lugares de Interés

Llamar Ahora

Descripción

Volar en globo Aranjuez Madrid The Balloon Company

Aranjuez dispone de edificios  históricos y emblemáticos llenos de historia que por su importancia destacamos en este apartado, si bien la mayoría de ellos solo se pueden contemplar en su parte exterior ya que actualmente se dedican a labores religiosas, administrativas o privadas.

Casa de los Infantes

Casa de los Infantes (Fotografía: Joaquín Álvarez)

Este edificio civil fue encargado por Carlos III para alojamiento de los Infantes Gabriel y Antonio. Su construcción está atribuida a Manuel Serrano, sucesor de Jaime Marquet en las obras de Aranjuez. Ocupa la zona sureste de la Plaza de San Antonio. Su integración urbana es perfecta, manteniendo la simetría con la opuesta Casa de Caballeros, no sólo en la continuidad de las galerías hacia la plaza, sino también en el concepto del volumen y la disposición de accesos. Constituye un ámbito de conexión entre el casco histórico y el núcleo en torno al palacio. Por una parte se integra en la plaza con la uniformidad que proporciona el sistema de arquerías. Por otra parte, se comunica con la calle de San Antonio mediante un acceso en apariencia descentrado, pero cuyo emplazamiento corresponde a una preciosa alineación con la calle de Postas, a la que sirve de embocadura.

La construcción es de materiales y técnica tradicionales: piedra y ladrillo visto, cadenas de mampostería, y empleo de piedra para zócalos, vanos e impostas.

El edificio, de planta cuadrada con galerías hacia el patio central, sigue las pautas de la arquitectura ribereña: modulación de la manzana, desornamentación arquitectónica y funcionalidad.

Casa de Oficios y Caballeros

Vista aérea de la Casa de Caballeros y la Casa de Oficios 

La organización y el protocolo cortesanos exigen la planificación de edificios complementarios al palacio donde reside el monarca. En Aranjuez, la Casa de Oficios y la Casa de Caballeros cumplen estas funciones necesarias de mantenimiento y administración del Real Sitio y alojamiento de cortesanos y empleados, especialmente en época de las Jornadas Reales.

La más antigua es la Casa de Oficios. En 1584 se ordena su construcción a Juan de Herrera, aunque existen atribuciones a Juan Bautista de Toledo de su disposición externa.

La galería porticada es una revisión clasicista del esquema tradicional soportalado de las plazas y calles españolas, perfectamente configurado en el siglo XVI. Los tramos se apoyan en pilares con capiteles cúbicos sin ornamento alguno. El ritmo propiciado por la secuencia longitudinal de los mismos, la cubierta ininterrumpida, y la combinación de materiales, contribuyen a subrayar la horizontalidad de la construcción, de una sola altura.

La galería se remata con una terraza que discurre por toda su parte superior. Estos anditos o pasos, además de marcar la relación jerárquica entre el palacio y las dependencias anejas, proporcionan una comunicación adicional entre los mismos, sin descender al nivel de la calle. Otro uso de estos pasos es el de mirador, sobre la Plaza de Parejas, el escenario de las celebraciones cortesanas.

Las siguientes intervenciones en las Casas para servicio de palacio corresponden a Gómez de Mora quien, en el respeto al estilo de la obra realizada, levantará el Patio de Caballeros en el siglo XVII. Tipológicamente destaca la disposición interior hacia el patio, con las cuatro crujías soportaladas, esquema que se reproducirá a fines del siglo XVIII en la cercana Casa de Infantes.

La Casa de Caballeros se concluirá en el siglo XVIII bajo la dirección de Santiago Bonavía y sus sucesores Jaime Marquet y Manuel Serrano. A este último momento corresponde la integración de ambas casas en la Plaza de San Antonio mediante galería porticada, de tal modo que los laterales hacia la plaza quedan uniformados. Armonía que también se consigue por los materiales empleados (piedra y ladrillo) y el juego establecido entre estos, en consecuencia con las pautas plásticas del palacio real.

Casa de la Monta

Vista lateral de la Casa de la Monta en Aranjuez

Edificio construido en 1761 por orden de Carlos III en la finca de Sotomayor, para acoger la yeguada real y dedicarla a  la cría de caballos de silla y tiro, y mulas de poco cuerpo, así como a residencia de los yegüeros.

Constituida por un amplio edificio rectangular y dos grandes patios. Destaca una peculiar portada rematada con frontón curvo en que se incluyen las figuras en altorrelieve de un caballo y una yegua de medio cuerpo a ambos lados de la cartela, obra del escultor Juan Reyna. En el interior se han resaltado las cuadras para sementeras, fabricadas con bóveda de ladrillo y rosca sostenidas por columnas de piedra, pesebreras de piedra de Colmenar y balcones interiores para “vistas de los Reyes”. También dispone de cuartos reales para el descanso de SS. MM. y trece habitaciones para los guardias y empleados.

Convento de San Pascual

Vista aérea del Convento de San Pascual 

El conjunto del Convento de San Pascual ocupa una gran superficie al sur de la población. Data de la época de Carlos III, aunque conoce importantes intervenciones durante el reinado de Isabel II.

Su elemento más destacado es la iglesia, obra del arquitecto italiano Marcelo Fontón. Presenta el templo planta de cruz latina, de una nave con capillas laterales y brazos de crucero poco acusados.

El crucero al exterior está rematado por una cúpula sobre tambor. Se complementa con las dependencias conventuales, organizadas en patios y con la huerta en la parte posterior. Una línea horizontal, prolongación de una cornisas de la fachada, unifica la iglesia con el resto de dependencias.

Su lenguaje es clasicista, próximo a los principios del barroco italiano, basado en mayor medida en la plasticidad de las superficies que en la profusión ornamental. La fachada está dominada por la simetría y el claroscuro generados por el juego entre las columnas del primer cuerpo y las pilastras del segundo y la combinación cromática entre piedra de Colmenar y el enfoscado de las superficies.

La apertura de un vano en el segundo cuerpo y sobre la puerta enraíza con la tradición de las iglesias conventuales.

Destacan los dos campanarios, que recuerdan de algún modo los del Cortijo de San Isidro, y que se añadieron en el XIX. Otro rasgo de interés es el desarrollo de la fachada, de mayor altura que la nave del templo, a modo de telón, un efecto teatral barroco importado de Italia.

Por último, cabe señalar que la fachada se alinea perfectamente con la del Hospital de San Carlos, situado enfrente, y abriéndose entre ambos una plaza, de traza barroca, por cuanto queda descentrada respecto de la calle del Rey, formándose en un lateral de ésta.

Palacio de Medinaceli

Este edificio civil fue construido por los Duques de Medinaceli, en el paso del siglo XVIII al XIX. Probablemente sea obra de Juan de Villanueva, por los rasgos estilísticos que la definen.

Es de estilo neoclásico y responde al modelo palatino de Aranjuez. Se adapta al esquema de manzana del casco antiguo, de crujías distribuidas en torno a un patio cuadrado, y con un espacio ajardinado en la parte posterior, a la calle del Rey, se disponen las caballerizas.

A través de un interesante zaguán se llega a un patio interior, centrado por una fuente de la época, y a la escalera de acceso a los pisos superiores, de dos tramos, cubierta con bóvedas de arista, que enraíza  con modelos italianos y españoles del renacimiento, con pervivencia en el siglo XVIII.

Sin embargo la más clara relación del edificio se establece con Villanueva. A su tipo de arquitectura corresponden recursos tales como los sutiles elementos de distinción entre los distintos pisos, que transmiten la estructura del edificio al exterior, las embocaduras blancas en los vanos adintelados, la correspondencia de los más reducidos vanos del sotabanco y el sótano o la situación de la entrada en la fachada más corta.

Palacio Baviera (Silvela)

Palacio Baviera (Silvela) (Fotografía: Joaquín Álvarez)

Este edificio está emplazado en lo que fue el Jardín de Plantas Medicinales de la Familia Real, desde el año 1816, con vistas al Palacio Real y al Raso de la Estrella. Ordenado construir por Francisco de Asís, esposo de la reina Isabel II en 1860, para dar cobijo a su primo Adalberto de Baviera. Pero al proclamarse la revolución de La Gloriosa y abdicar la reina, el príncipe de Baviera no llegó a ocupar el palacio. Fue entonces cuando Francisco Silvela, ministro de la Corona, se apropió del edificio y le dio el nombre por el que es conocido hoy en día.

Corralas Típicas

Corrala (Fotografía: Joaquín Álvarez)

Prácticamente casi todos los edificios del centro de la localidad esconden en su interior una típica corrala o casa de corredor. Estas corralas aparecieron como solución a los problemas de carencia de vivienda de nobles, funcionarios y religiosos durante las Jornadas Reales.

Todas tienen una estructura similar con un gran patio central y diversos pasillos donde los vecinos compartían quehaceres y chascarrillos, pues todas las viviendas solían compartir las zonas de lavadero, cuartos de baño, postes para tender la ropa y la fuente.

En ellas perduran las reglas constructivas de Villanueva: idéntica altura de toda la manzana, cubierta de igual pendiente, sencillos balcones repetitivos y grandes portones de entrada a cada finca.

Hoy en día se siguen conservando la mayoría de ellas siendo casas vecinales de uso privado. Algunas famosas corralas restauradas son escenario de representaciones teatrales puntuales.

Turismo Aranjuez

29 Turismo Aranjuez

Información de la actividad

Síguenos